Porque después de todo, las
madrugadas me alcanzan todos los días, mis sueños se disipan y van tomando
forma de nada, y yo sigo pensando en ti. Como si yo no tuviera otra cosa que
hacer y no la tengo, me pongo a escribir.
Escribir poemas y cartas no
tratando de justificarme, si no tratando de quemarme en mis palabras.
A veces un poco triste,
otras tantas desvelado, otras cuantas algo borracho, y muy pocas sobrio.
Pero a pesar del cansancio
que siento de la vida, de mi vida, pienso en ti, no como un recuerdo lejano o
un imposible, si no en ti, como la vida que dejo ir entre mi pereza, mis
borracheras…
Te confieso que me esfuerzo,
pero hay algo que está mal en mí y no puedo seguir, lo intento. Las cosas no me
salen o más bien el poco esfuerzo que hago lo desperdicio haciendo que las
cosas no me salgan.
Enserio que lo que más deseo
es estar a tu lado, pero mis huesos rotos no soportan el peso de tu carácter,
tu actitud, tus desaires, de mi orgullo, de mi tristeza.
Sabes que tú siempre serás
el amor… ese amor por el que no hago nada, porque sabes que no hay nada que
hacer. Trate, lo intente, creí darte todo. No fue así. Ahora pienso y no, no me
arrepiento. Claro que me duele, pero sigo amándote.
Si me preguntaras para qué escribo
esto que tal vez nunca leas, te contestaría que lo hago para seguir vivo.
Vivo en tu vida, en tus
recuerdos, tus pensamientos, tus latidos, tus suspiros, en ti.
También para aliviar las
cosas malas que sientes por mí.
Porque después de todo quién
soy yo para juzgarte por algo que no sientes, por tus decisiones, es tu vida y
sé que la defiendes como te enseñaron.
Pues por el momento es todo.
Estoy cansado, sigo cansado
y no sé qué hacer para salir de este letargo, en fin como ya mencione antes,
escribir me mantiene vivo.
Escribo
por ti y para ti. Por ti sigo vivo. Para ti mi vida.
Te
amo.
En
la fría madrugada del 5 de Febrero del 2013.
P.d. Mis brazos, mis manos,
mis dedos son testigos del gran esfuerzo que hago todas las noches por seguir
vivo.
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